Esa forma tan genial que teníamos de crear nuestras contraseñas mezclando nuestro nombre y la fecha de cumpleaños. O el nombre de una mascota, familiar, mejor amigo, y un día importante en nuestra vida ha quedado en el pasado para siempre, más desde que tenemos cuentas en las redes sociales. ¿Por qué?

En estas nuevas plataformas para compartir información, se exponen a diario los datos personales de millones de personas, algo que en el pasado era muy complicado de obtener. Así tener el nombre de nuestros familiares y amigos, su edad y fecha de cumpleaños, su relación con nosotros, nuestros datos inclusive, es sumamente sencillo.

Seguramente pensarás, “yo el nombre de mi mascota no lo publico”, pero resulta que aquella foto de hace dos años cuando llegó a casa posee la leyenda con su nombre. Y todo ello, desde que abriste tu cuenta, está depositado en la red social, a la vista de quién puede acceder a ello.

Rastreando tus datos

Dedicarse a buscar esta información se conoce como inteligencia social, que puede ser algo muy similar a la expareja que quiere saber todo sobre tu vida sin que te enteres. Este interés no necesariamente es dañino, muchas empresas utilizan la inteligencia social para medir las tendencias de consumo, visita a lugares, comportamiento, todo para mejorar la experiencia de los usuarios.

Un ejemplo reciente de ello en España, es el rastreo que anunció el Instituto Nacional de Estadística en el mes de noviembre sobre la geolocalización de los teléfonos móviles, con el fin de trazar un mapa de acción y mejorar las condiciones de las vías que con mayor frecuencia utilizan los españoles. Justamente la geolocalización es uno de los patrones de datos a los que desde hace algunos años se puede tener acceso ya sea a través de aplicaciones de entretenimiento (juegos) o de utilidad, como mapas.

El interés por estos datos ha provocado que la normativa en el Mundo, pero en especial en Europa sea cada vez más estricta. Los avances en esta materia exigen a las empresas y organismos públicos que el usuario que concede sus datos personales pueda saber, quién los usa, con que fin, por cuánto tiempo, pero adicionalmente se ha exigido que el usuario pueda editar, mover, borrar o trasladar el fichero con sus datos en el momento en que lo vea necesario.

Este marco legal da algo de tranquilidad a los millones de usuarios europeos de las redes sociales, pero no los protege frente a la acción de los hackers, que constantemente están al acecho con inteligencia social para poder obtener datos que les permitan hacer sus ataques. Para quedarse con tus datos.

Suplantando tu identidad

Un ejemplo claro de este tipo de acciones ilegales en las redes sociales es la suplantación de identidad, que puede ser sencilla con el simple robo o secuestro del perfil del usuario en la red social para obtener información, difamar, o interrumpir las actividades del usuario. O una más compleja, en la que el hacker suplanta la identidad, normalmente para obtener un beneficio económico. Para ello roba el perfil, o lo duplica, y hace un estudio de las amistades y contactos que posee la cuenta, una vez obtenida la información puede o exigir una recompensa económica al dueño del perfil, o usar los datos para, haciéndose pasar por la víctima, pedir dinero a sus amistades.

Un ejemplo de ello, un hacker se encuentra haciendo inteligencia social sobre tu perfil, y se da cuenta que tendrás un viaje de largo tiempo, suplanta tu identidad, busca entre tus contactos a familiares y les avisa por mensaje en la red social que has sufrido un accidente en el viaje, y necesitas que transfieran una cantidad de dinero a la cuenta de una persona que te está ayudando. Al valerse de la suplantación, y de elementos creíbles, como tu viaje, pero usados de forma falsa, el delincuente se hace con su botín.

¿Están tus redes sociales ofreciendo tus datos sin tu control? Ninguna cuenta es 100% segura, una vez que se decide tener cuenta en una red social estás expuesto. Pero si podemos compartir contigo una guía de ocho pasos esenciales para mantener tus datos en las redes sociales más seguros.

8 pasos para mantener tus datos seguros

1.- Se proactivo con la seguridad de tu cuenta, activa la autentificación en dos pasos, y todos los mecanismos que te ofrece la red social para mantenerte seguro.

2.- Ten en cuenta quiénes son los que tienen permiso para ver tus datos. Lo mejor es bloquear al más estricto nivel, e ir dando permisos controlados por ti.

3.- En este caso, los amigos de tus amigos NO son tus amigos. Este es un error frecuente, mantenemos un nivel de seguridad alto, pero confiamos que nuestros amigos hacen lo mismo con sus contactos, y no debemos dar por sentado que es así. Si no es tu contacto directo, no le des permisos.

4.- Si deseas subir fotos, postea en pasado tus experiencias, no des detalles de datos personales, y controla lo que muestras.

5.- No crees contenido en tu red que pueda ser útil para construir un patrón, por ejemplo de sitios favoritos que visitas constantemente.

6.- El correo con el que gestionas tus redes sociales debe ser independiente y exclusivo para este uso. NUNCA mezcles el correo de tu empresa con la cuenta personal en una red social.

7.- No cruces datos, lo que compartes socialmente NO puede ser parte de tus contraseñas, claves, ni usuarios de correo.

8.- Revisa constantemente qué contenido se ve, y quién comparte lo que publicas en las redes.