¿Qué pasa si tu informático no está?

Todo parecía un día normal para Marta, hasta que, de repente, su empresa se quedó paralizada: sistemas caídos, clientes enfadados y el único informático… desaparecido.

 

En cuestión de horas entendió que no solo había fallado el servidor: se había detenido su negocio.

 

Esta es la historia de Marta, pero podría ser la de cualquier pyme.

En este artículo te mostramos cómo evitar depender de un único punto de fallo y cómo construir una Fortaleza Digital que mantenga tu empresa en marcha, pase lo que pase.

 

Índice

  1. Conoce a Marta
  2. Dependencia peligrosa
  3. Cuando Marta pidió ayuda
  4. Tres pasos para recuperar el control
  5. El cambio que vivió Marta
  6. Decidir antes de que sea tarde
  7. Tranquilidad y continuidad para tu negocio

 

Conoce a Marta

Son las 7:50 de la mañana.

Marta llega a la oficina con el café en la mano, repasando mentalmente las reuniones del día.

Todo parece en orden. Revisa su correo y se prepara para atender temas.

 

Hasta que empiezan a sonar las notificaciones de Teams, una tras otra:

—“El sistema no funciona.”

—“No podemos sacar los trabajos.”

—“Los clientes están llamando y nadie puede hacer entregas.”

 

En cuestión de minutos, el ritmo normal se convierte en caos.

Su equipo se agita: caras de preocupación, nervios y frustración por todas partes.

 

Entonces, Marta descubre lo peor:

La única persona que sabe cómo resolverlo —su informático— no está disponible. Le están llamando pero no contesta.

 

Mientras los mensajes se acumulan, Marta empieza a hacer cálculos mentales:

entregas retrasadas, clientes enfadados y la reputación en juego.

 

En ese momento entiende que no solo se ha caído su servidor… se ha detenido su negocio.

 

Tras varias horas, consiguieron contactar con su informático, que vino por la tarde y restableció el servidor. Por lo que les contó, el sistema había sufrido un problema con las actualizaciones de Windows que obligaron a recuperar una copia de seguridad de la noche anterior. Pero no pudieron trabajar con normalidad hasta el día siguiente.

 

Esto fue exactamente lo que le ocurrió hace un año, cuando dirigía su empresa de traducción con 12 empleados.

Aquel día, Marta comprendió que su informática no estaba tan bien como ella pensaba.

 

1. Dependencia peligrosa

Lo que le pasó a Marta no es un caso aislado.

 

En muchas pymes, todo depende de un único punto de fallo:

  • Un único servidor central
  • Una única conexión a Internet
  • Un único informático

Mientras todo funciona, nadie lo cuestiona.

Pero basta una ausencia inesperada, un error de hardware o un ataque informático para paralizarlo todo.

 

2. Cuando Marta pidió ayuda

En medio de la crisis, Marta llamó a un amigo y colega para pedir consejo.

Su amigo le escuchó, suspiró y le dijo:

“El año pasado me pasó algo parecido.

Pensaba que tenía todo controlado… hasta que un ataque informático me dejó sin operar varios días.

Conocí a simtec, y ellos me ayudaron a poner todo en orden para que esto no me volviera a pasar.”

 

Esa conversación fue el primer rayo de esperanza para Marta.

Decidió contactar con nosotros para asegurarse de que algo así no volviera a suceder jamás.

 

3. Tres pasos para recuperar el control

Cuando Marta nos explicó su situación, utilizamos una metáfora sencilla para que lo viera con claridad:

“Imagina que tu empresa es como un río.

Cuando todo fluye, el agua avanza tranquila.

Pero si aparecen piedras en el cauce, el agua se bloquea y el negocio se detiene.

Nuestro trabajo es quitar esas piedras, limpiar el río y asegurarnos de que, pase lo que pase, el agua siga fluyendo.

 

Eso es lo que llamamos Fortaleza Digital, y se construye con tres pasos muy concretos:

  1. Infraestructura duplicada: evitar que todo dependa de una sola persona o de un único servidor.
  2. Soporte 24/7: un equipo que documenta, monitoriza y actúa incluso antes de que surja un problema.
  3. Procedimientos probados: auditorías externas, simulacros y planes de recuperación ensayados.

 

4. El cambio que vivió Marta

Hoy, unos meses después, la realidad de Marta es muy diferente:

  • Su empresa sigue funcionando aunque alguien falte o un servidor se cuelgue.
  • Sus clientes reciben siempre el servicio que esperan.
  • Y ella, por fin, duerme tranquila, sabiendo que aunque surjan problemas, la actividad no se detendrá.

“He vivido en primera persona cómo todo puede pararse en un instante.

Ahora, aunque aparezcan obstáculos, sé que el agua seguirá fluyendo.”

 

5. Decidir antes de que sea tarde

Cada día sin un plan de continuidad es un riesgo acumulado:

  • Clientes que se marchan porque el servicio no llega a tiempo.
  • Ingresos que desaparecen mientras la operación está detenida.
  • Estrés y ansiedad que desgastan a todo el equipo.

 

La pregunta es sencilla:

¿Vas a esperar a que ocurra una crisis para reaccionar?

 

6. Tranquilidad y continuidad para tu negocio

En simtec trabajamos cada día con pymes que, como la de Marta, no quieren volver a vivir la incertidumbre de ver su empresa parada.

Ese es el objetivo: continuidad asegurada, confianza plena y la certeza de que tu empresa seguirá avanzando, pase lo que pase.

¿Quieres ver cómo sería para ti? ¡Pregúntanos sin compromiso!

 

P.S.

“Marta” es un personaje de ficción. Pero su historia se basa en hechos reales experimentados por nosotros y también sufridos por multitud de otras empresas como los casos que hemos mencionado.