¿Qué explicarías primero: por qué se perdieron los datos… o por qué no se pudieron recuperar?

Imagina que hoy te pide un auditor, un perito o una aseguradora una sola prueba:

 

“Enséñeme una restauración real hecha en los últimos 6 meses.”

 

¿Podrías aportarla?

 

Porque cumplir con tener backups es fácil.

Demostrar que funcionan, no tanto.

 

El verdadero problema no es que un día pase algo.

Eso, antes o después, pasa en todas las empresas.

El problema es tener que explicar por qué no podías volver a operar cuando se suponía que estabas cubierto.

 

En ese momento ya no sirven:

  • los “yo creía que…”
  • los “el proveedor decía…”
  • los “siempre había funcionado…”

 

Solo queda una pregunta:

¿Esto estaba realmente bajo control… o solo lo dábamos por hecho?

 

Y esto no va de informática.

Va de negocio, de responsabilidad y de control real del riesgo.

 

Porque perder datos duele.

Pero tener que justificar por qué se perdieron, duele mucho más.

 

Índice

  1. ¿Por qué se llega a esta situación?
  2. ¿Qué es realmente un “backup corrupto”?
  3. Qué pedir exactamente a tu proveedor o a tu departamento de IT
  4. Qué deben entregarte como respuesta válida
  5. Cómo comprobarlo tú mismo (sin ser informático)
    • Paso 1: Pide una restauración real
    • Paso 2: Haz estas 4 preguntas clave
    • Paso 3: Verifica si alguien revisa los fallos
    • Paso 4: Haz la pregunta de negocio
  6. Señales claras de que tu empresa está en peligro
  7. Conclusión

 

 

 

¿Por qué se llega a esta situación?

 

Porque en la vida real los backups no fallan de forma espectacular, fallan de forma silenciosa y muy humana. Estas son las causas más habituales:

 

  • Nunca se prueba la restauración.
    Se asume que si se copia, se podrá recuperar. Error básico y muy común.
  • Las copias fallan en silencio.
    Un fallo en el software, en el disco o en la red puede durar meses sin que nadie revise los avisos.
  • El soporte también falla.
    Discos que se degradan, NAS que se rompen, cintas defectuosas, nubes mal sincronizadas…
  • El ransomware cifra también las copias.
    Porque estaban conectadas al sistema principal o mal aisladas.
  • La copia está incompleta.
    Faltan bases de datos, correos, máquinas virtuales o información crítica.
  • La restauración es posible… pero demasiado lenta.
    Recuperar en días o semanas, para el negocio, es como no recuperar.
  • Cambios que nadie ajustó en el backup.
    Nuevos servidores, nuevo ERP, nuevos equipos… y nadie revisó si se copian.
  • Exceso de confianza en el proveedor.
    “Ellos se encargan” sustituye peligrosamente a “yo verifico”.

 

En resumen:

Esto casi nunca pasa por mala fe ni por grandes desastres.

 

Pasa por tres motivos muy claros:

Rutina + confianza ciega + falta de verificación.

 

Y esos tres, en negocio, siempre acaban pasando factura.

 

 

¿Qué es realmente un “backup corrupto”?

 

Un backup corrupto es aquel que:

 

  • Está dañado
  • Está incompleto
  • No se puede abrir
  • No se puede restaurar
  • O se restaura, pero faltan datos clave

 

En la práctica significa esto:

Creías tener un plan B… y cuando falló el plan A, descubriste que el plan B no existía.

 

 

Qué pedir exactamente a tu proveedor o a tu departamento de IT

 

Puedes copiar y pegar este mensaje tal cual:

 

“Necesito que reviséis el estado real de nuestros backups y me confirméis por escrito:

  1. Que las copias se están realizando correctamente.
  2. Que existe al menos una copia externa o en la nube.
  3. Que las copias están protegidas contra ransomware.
  4. Que se ha realizado una prueba real de restauración recientemente.
  5. Qué datos exactos se pueden recuperar y en qué plazo.
    Quedo pendiente del informe de verificación.”

 

 

Qué deben entregarte como respuesta válida

 

Aunque sea por email, deben darte:

 

  • Fecha de la última copia correcta
  • Fecha de la última prueba de restauración
  • Tiempo estimado de recuperación
  • Ubicación de la copia externa
  • Sistemas cubiertos (servidor, PCs, correo, ERP, etc.)

 

Si solo te dicen “todo está bien”, no es suficiente.

 

 

Cómo comprobarlo tú mismo (sin ser informático)

 

Paso 1: Pide una restauración real

Sé muy concreto:

“Restaurad un archivo concreto de hace 7 días y entregádmelo.”

 

  • Si pueden → Backup operativo
  • Si no pueden → Backup inútil

 

Paso 2: Haz estas 4 preguntas clave (sí o no)

  • ¿Hay copia fuera de la empresa?
  • ¿Las copias se hacen a diario y de forma automática?
  • ¿Están protegidas contra ransomware?
  • ¿Se ha probado la restauración en los últimos 6–12 meses?

 

Con un solo “no”, el riesgo ya es alto.

 

Paso 3: Verifica si alguien revisa los fallos

Pregunta directamente:

“¿Quién revisa los errores de las copias y cada cuánto?”

 

Muchísimos backups fallan durante meses sin que nadie mire los avisos.

 

Paso 4: Haz la pregunta de negocio (no técnica)

“Si hoy perdemos el servidor, ¿Cuánto tardamos en volver a trabajar?”

 

  • Respuesta clara → Buen sistema
  • Respuesta dudosa → ⚠️ Sistema débil
  • No saben responder → 🔴 Riesgo grave

 

 

Señales claras de que tu empresa está en peligro

 

  • Nunca se ha hecho una restauración real
  • Las copias solo están en un disco en la oficina
  • Nadie revisa errores
  • El proveedor “da por hecho” que todo funciona
  • Nadie puede decirte el tiempo real de recuperación

 

 

Conclusión

 

Tener copias de seguridad no garantiza nada si nunca se comprueba que se pueden restaurar.

 

Un backup corrupto es exactamente lo mismo que no tener backup,

pero con un peligro añadido: da una falsa sensación de seguridad.

Y eso es aún peor.

 

 

¿Sabes con certeza que hoy mismo podrías restaurar tus datos?

Si no estás 100 % seguro, mejor comprobarlo ahora que cuando ya sea tarde.

 

Contáctanos y lo verificamos contigo antes de que lo necesites de verdad.

 

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